Mi hijo
Este cuento realmente lo sabe todo aquel que me conoce de unos años a esta parte (que en su mayoría son los que leen esto... sí, todavía tengo la esperanza de que alguien a quien no le haya dado este link directamente lea el blog).Ocurrió en la navidad del 2000 si la memoria no me falla... a las 5 am, poco más o menos. Me encontraba durmiendo placidamente cuando de repente suena el telefono de la casa. No me doy por aludido y no me levanto a contestar. Llega creo que mi mamá con el telefono: "Daniel... es Marisa" aquí contesto el teléfono y se da un diálogo más o menos como este:
-¿Aló?
-¿Aló, Daniel?
-Si soy yo. ¿Tu quien eres?
-Marisa.
-¿Ajá?
-Llamaba para decirte que estoy embarazada
-Muy bien. ¿Y yo que tengo que ver con eso?
-El bebé es tuyo.
-No lo creó
(click)
Me volví a dormir en el acto, dejé el telf al lado de mi cama y me desentendí. Amanecé, no veo el telf al lado de mi cama, asi que asumí que habia sido un sueño. Pasan las horas, mi papá se despierta y después de un rato me pregunta "¿Quién coño te llamó anoche?" Aquí me percato de que no lo soñé y empecé a hilar lo que había oido.
Ahora antes de que anden pensando que tengo un hijo pérdido por ahí empecemos por decir, primero que en esa época no había hecho nada que pudiera tener eso como consecuencia, y segundo que no conozco ninguna Marisa. Aún 6 años después no he conocido la primera Marisa en mi vida. Comprendan que no fue mi intención ser una rata con la pobre muchacha y mucho menos complicarle la vida al otro Daniel. Eran las 5 am, y estaba profundamente dormido. Todo este tiempo he tenido la (obvia) teoría del número equivocado, de hecho me consta que en un número telefónico que varía en un número del mío vive un tipo llamado Daniel (han tomado apuntes de amigos mios en su casa más de una vez). A veces me da ganas de llamar a ese número equivocado a averiguar que es de la vida de Daniel, de Marisa y del chamo de los dos.
Me parece una anécdota un poco tonta, pero... a mi al menos me entretiene un poco