05 octubre, 2005

Burocraaaaaaaaacia, su lechuguiiiiiiiiiiiiiiiiita

Lidiar con la burocracia, según tengo entendido, es un suplicio. No sólo en pequeños países tercermundistas como aquí (creanme que tengo la experiencia, es una vaina horrible), sino en el resto del mundo. Sin embargo, no creo que en ningún sitio del mundo la experiencia resulte tan mala como intentar sacar un pasaporte aquí en Venezuela.

Realmente son historias de amor y dolor. Por ejemplo, yo estoy queriendo sacarme el pasaporte desde eneroy a estas alturas de octubre todavía no lo he logrado. Debo reconocer que no me he dedicado frontalmente como ha hecho alguna gente, ya que no tengo en realidad una urgencia, no estoy queriendo salir del país rapidamente ni mucho menos.

Mi primer intento fue en enero, sin tener mucha idea me puse a hacer la cola de la ONIDEX junto con la que entonces era mi novia en la Planta Baja de su edificio. Su mamá y la muchacha de servicio estuvieron tomando turnos para hacer la cola, ella se unió a las 4 am y yo a las 5 am poco antes de que amaneciera. Debido a la falta de información no fue sino hasta las 8 am que me enteré que con una cédula de identidad vencida (como estaba la mia para ese entonces). Ahí ingenuamente pensé que en las oficinas de identificación y extranjería debían renovar el documento de identificación más básico e indispensable. Eso lo podemos llamar error número 2, ya que en ese momento lo que había era diversos operativos móviles que atendían a un número limitado de gente y que "aparecían" en distintos lugares sin previo aviso, y los únicos lugares donde era seguro que si sacaban la identificación eran, contra toda lógica, cuarteles militares en vez de las oficinas donde debería ocurrir este proceso de manera natural.

Una vez más le tengo que agradecer a Mairim, pues finalmente uno de estos operativos móviles apareció por su oficina y me llamó para que resolviera la parte de la identificación allá a mediados de mayo.

Después de esto me surgieron algunas ocupaciones y me olvidé del pasaporte hasta agosto, cuando mi hermana por motivos de viaje intento desesperadamente sacarse el pasaporte. Paso 2 días la primera semana yendo de una oficina de la ONIDEX a la siguiente buscando donde sacaban pasaportes, llegando al final del segundo día a enterarse que en toda Caracas (una ciudad con más de 5 millones de habitantes) solo había UNA oficina que sacaba pasaportes. Para más esta oficina entregaba un número limitado de pasaportes. Solo trabajaba 2 días a la semana y repartía, en teoría, 700 pasaportes diarios. Hasta aquí todo muy bien, pero entre la gente que se coleaba con los Guardias Nacionales, la gente que vendía puestos en la cola y la cola que se formo con la gente de la tercera edad quedaban alrededor de unos 500 números efectivos no más.

Aquí mi hermana se aventuró sola con su novio la semana siguiente, y empezando a hacer cola a las 4 am quedo alrededor de 150 personas después de la última que en teoría se iba a atender. Volvió a intentarlo al día siguiente, y esta vez uno de mis mejores amigos y yo nos unimos en su cruzada. Nos presentamos a medianoche en un sitio francamente horrible, las Torres del Silencio. No hay mucho que decir al respecto, torres que se estan cayendo literalmente a pedazos, estacionamientos convertidos en baños publicos, buhoneros en todo el lugar, un olor a orín y otros del genero insufrible.

Aquí mi hermana tuvo suerte, cosa que mi amigo y yo no tuvimos, ya que una gente que estuvo en la cola con ellos el día anterior les ofrecieron un lugar en la cola casi de primeros. En cuanto a mi amigo y yo... pues no corrimos con tanta suerte. A las 9 de la mañana la gente de la ONIDEX contó la gente. Habían determinado que ese día solo se repartirian 600 pasaportes y por mala suerte nosotros eramos el número 642 y 643.

El cuento de mi hermana no termina aquí, y el mio tampoco. Tres semanas después la pobre niña fue a buscar su pasaporte y le empezaron a dar largas. Afortunadamente un buen llanto, unas cartas de recomendación de la Cruz Roja y dos días más de insistencia fueron suficiente.

En cuanto a mi, no pude arreglar para volver a ir a la ONIDEX y un buen día decidieron cambiar el tramite y hacerlo por internet. Intente hacerlo un miércoles y me encontré una pagina medio colapsada en la que cuando finalmente pude meter mis datos me arrojo un mensaje diciendo "Se nos acabaron los cupos, espere a la semana que viene". Pacientemente esperé mi semana y el mismo lunes intente registrarme. Quise hacerlo temprano, así que empecé mis intentos a las 7 30 am. La página, como era de esperarse estaba colapsada y me tomo la pelusa de 6 horas y media poder acceder a la planilla en la que tenía que introducir mis datos solo para pedir una cita. Eso ocurrió recién ayer y todavía estoy esperando que me den la cita. Esperemos que no tarde demasiado.

MAS DE ESTA RADIONOVELA CON LOS SUCESOS EN PLENO DESARROLLO